martes, 14 de abril de 2015

Modelando. El mecanismo

Una vez que entraron todos a la sala, el muro se cerró herméticamente. Lo que pensaban encontrar allí no estaba. Cuatro paredes de fría piedra y oscuridad. El druida acercó su tea hacia uno de los muros donde parecía dibujarse un símbolo. El emblema, grabado en una plancha de metal iba acompañado de unas runas difíciles de interpretar. Justo al lado, una palanca parecía invitar a accionarla. Hünter apartó a su compañero de manera brusca y sujetando el mecanismo con firmeza tiró de él hacia abajo mientras pensaba "esto nos sacará de aquí". Todos iluminaron el techo al escuchar un silbido. Se había abierto una compuerta y llovía arena como si de un diluvio se tratase. Lo que antes parecía una sala de una mazmorra, ahora se estaba convirtiendo en un macabro y gigantesco reloj de arena, y el tiempo pasaba...

Aburrido de darle a los pinceles, hoy cogí un pellizco de masilla y me puse a modelar. Pensando pensando me vino esta idea a la cabeza así que la plasmé en muro. Y como me gusta echarle fotos a todo, aquí os dejo por encima el proceso.

Primero que el pellizco sea suficiente, uno ya tiene costumbre y calcula para que le sobre lo suficiente para meter los detalles. Supersculpey gris, la firme.


Siguiente paso es masajearla un poco para que entre en calor y aplanarla con el rodillo.


Ahora cortamos con una cuchilla y regla la pieza dejándola en la medida deseada, en este caso 2x2 pulgadas o lo que es lo mismo 5 x 5 cm.


Como la pieza va a llevar más masilla encima, no me preocupa que tenga huellas, marcas o líneas.


Paso muy importante, colocar los elementos que llevará de forma más grosera. Esto que puede parecer un paso simple es de lo más importante, porque te dará la posibilidad de trabajar sobre lo que has puesto. En este caso y siguiendo la idea de la historia, debía colocar una plancha central y una palanca a la derecha. Alrededor, rocas para el muro.


Esteca en mano vamos dándole forma a las rocas, marcamos la ranura de la palanca y 4 tachuelas, y dibujamos el símbolo del centro con las runas.


Añadimos la palanca. Como el símbolo no termina de gustarme, lo modelo con relieve. Para el pintado quedará mejor así sin duda.


Marcamos mejor la piedra separando las rocas entre sí. Suavizaré cuando fusione con la otra cara, sin decidir aún.



La función que comenté en la historia para esta pieza es sólo una posibilidad entre millones. Esta palanca puede activar un mecanismo trampa que deje a los aventureros un tiempo limitado para actuar, o bien al activarla el símbolo se enciende, marcando una posición en la mazmorra. El clérigo que estaba en otra sala puede sorprenderse al ver aparecer un reloj de arena luminoso en un muro en el que aparentemente no había nada.

Como decimos en Vorpalia, el límite es tu imaginación.

Saludos onironautas

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